Publicado: 14 de Marzo de 2018
Según investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos, las alteraciones del ritmo circadiano ocurren mucho antes de que la persona desarrolle síntomas relacionados con la pérdida de memoria. Así lo demuestran las exploraciones cerebrales realizadas en fase preclínica de la enfermedad.
Estos hallazgos, podrían sernos útiles de cara a un diagnóstico precoz, ya que estas personas estarían incluidas en el grupo de riesgo.Ya sabemos que el daño del Alzheimer puede echar raíces en el cerebro entre 15 a 20 años antes de que aparezcan los síntomas clínicos.
Es importante especificar que no se trata de que las personas carezcan de sueño, si no de que éste es muy fragmentado. Parece ser, igualmente, que alteraciones circadianas similares aceleran el desarrollo de placas amiloides en el cerebro, que están muy relacionadas con el Alzheimer. Estudios previos de la universidad de Washinton, han encontrado que los niveles de amiloide fluctúan de maneras predecibles durante el día y la noche. Los niveles de amiloide disminuyen durante el sueño, y ya son varios los estudios que han demostrado que los niveles se elevan cuando se interrumpe el sueño o cuando las pesonas no reciben suficiente sueño profundo. En resumen se ha descubierto que las personas con enfermedad de Alzheimer preclínica tenían más fragmentación en sus patrones de actividad circadiana, con más períodos de inactividad o sueño durante el día y más períodos de actividad por la noche.
Estos estudios serán publicados recientemente en prestigiosas revistas de neurología.